Este corto es una tierna historia sobre el amor, la destrucción y el sacrificio.
Es triste ver cómo las tijeras se mueven con el deseo de alardear de su poder y destruir todo a su paso, y resulta conmovedor ver el ímpetu de la piedra por proteger aquello que ama y que considera hermoso. No es el mejor corto del mundo, pero es bonito.
Realizado por Bryan Locantore, Garett O'Neal y Gang Yi; producido por Ringling College of Art & Design
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