Género: Drama juvenil
Creado: Brian Yorkey
Basado en: Por trece razones de Jay Asher
Narrador: Katherine Langford
País de origen: Estados Unidos
Temporadas: 1
Episodios: 13
Distribución: Netflix
Primera emisión: 31 de marzo de 2017
Sinopsis:
Basado en la novela homónima de 2007, nos cuenta como Hannah
Baker, estudiante de instituto, se quita la vida. Pero deja 13 caras de
radiocassette donde explica las 13 razones que le llevaron al suicidio, o mejor
dicho, donde culpa a quienes le empujaron a hacerlo, tras sufrir todo tipo de acoso
escolar y sexual.
Un par de amigos me recomendaron ver la serie. La verdad es
que me lo pintaron muy bien, quizás demasiado bien, la sinopsis da pie a ello
también, pero finalmente quedó lejos de estas expectativas.
Ya de entrada, una chica que cuenta sus razones por
suicidarse por radiocassette es cuanto menos surrealista. La serie es bastante
ñoña y adolescente, verdaderamente está destinado para un público mucho más
joven y adolescente. La edad de los chavales y su entorno, instituto
mayormente, propician a ello. La actitud tampoco acompaña, demasiado inocentes todos.
Parecía la serie española "Física o Química". Si es que ya lo dice el género: drama juvenil.
Para querer suicidarse se la veía bastante happy en todo
momento, al final le doy la razón a los matones de la serie y es que la
protagonista era un poco dramática y estaba frita por llamar la atención.
Los otros personajes por su parte son un poco monótonos, al
igual que las historias y un guión facilón. Es sorprendente lo que puede tardar
un muchacho en oír 13 caras de cintas, y toda la ansiedad que se genera
alrededor para darle algo de vidilla a la trama. Los escenarios son bastante cristalinos; esperaba un ambiente más oscuro y siniestro cuando leí de qué iba la cosa.
Lo cierto es que el capítulo piloto no estaba mal, medio te
engancha, te surgen muchas preguntas y quieres resolverlas, por eso ves la
serie. Te planteas si todo es un truco, si Clay Jensen no aparece en las cintas,
si ella dejó su legado de alguna manera, y si hay alguna trama oculta. Pero no,
no hay nada más, todo se queda ahí, estancado.
Para ir terminando, decir que la serie, muy famosa,
realmente es muy mala. Además pone a parir a las mujeres, las pintan como objetos
sin personalidad ni sexualidad. Las situaciones de acoso y violencia que recibe
Hannah en la serie no resultan nada convincentes, vale, excepto la última; aún así no deja entrever el
origen de todo: el machismo.
Lo mejor: La serie va intercalando flashbacks: cambios de pasado a
presente en un mismo lugar, donde se presencian buenas tomas junto a una
historia detrás, los cambios de color, fotografía, etc. están muy bien hechos.
Lo peor: Algunos episodios lentos y muchas razones malas para
suicidarse. La protagonista me cae bien, pero es sumamente gilipollas para
enchocharse de todos los tíos equivocados, y mala hija también por hacerle eso
a sus padres. Es el punto de vista de una adolescente, lo sé, son motivos "típicos" como no sentirse aceptada, amada, etc., y no lo critico por ello, pero a pesar de esto, por los motivos antes mencionados, la serie no es ni buena ni necesaria para ningún público ni
colectivo.
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