viernes, 25 de mayo de 2018

Crítica. El retrato de Dorian Gray (2009)



Dorian Gray
Año: 2009
País: Reino Unido
Director: Oliver Parker
Género: Drama, Thriller 
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Sinopsis:
Dorian Grey es un joven y atractivo aristócrata que regresa a Londres para comenzar su nueva vida. Encuentra a una chica maravillosa y tiene una vida feliz, pero su amigo Henry Wottom le enseña los antros de la noche y los secretos del placer, y poco a poco el joven millonario empezará a dar riendas sueltas a esos deseos internos hasta un punto inimaginable, quizás hasta el punto de hacer un pacto con el mismísimo diablo y con un autorretrato de por medio.



Analizamos una cinta ambientada a las mil maravillas y que tiene su encanto para atraparte e incluso revivir la película posteriormente como fue mi caso. Pero no tanto por lo poderosa que es sino porque te llama la atención los detalles y las diferentes etapas por la que pasa el filme. Es más o menos lo único bueno que tiene y es que la adaptación de la obra de Oscar Wilde no es demasiado precisa, aunque sí algo mejor que el intento en La liga de los hombres extraordinarios (Stephen Norrington, 2003).

El guión en lo que a argumento se refiere tiene lagunas y la interpretación de los actores es notable. ¿Entonces por qué no es todo luz y color? La psicología de nuestro protagonista es bastante pésima, es tan idiota que roza lo surrealista y ficticio, más aún; no es tan error del manipulador como del manipulado, y a esto me repito cuando digo que el planteamiento del guión es deficiente.


Sí nos llega el mensaje de la película, el mensaje de las decisiones de Dorian Grey, sus placeres visuales y no tan visuales, y en ese sentido la película cumple con su cometido. Hablando de cine como tal podría tener esta valoración media, pero cierto es que tiene sus más y sus menos tomando como referencia lo que sabemos del personaje previamente y más aún viendo la manera con la que renuncia a su alma, etc. Película recomendable para quienes no esperan nada fiel a la realidad.


Lo mejor: el retrato en sí empatiza y atrapa a los espectadores.
Lo peor: la manipulación de Lord Henry es algo hipócrita y muy falsa.

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